Durante años, la industria de la publicidad digital se apoyó en un modelo simple: mostrar anuncios; aparecer una y otra vez en las pantallas, con la esperanza de captar la atención, pero los hábitos cambiaron. El consumidor ya no quiere que lo interrumpan, quiere que lo escuchen, que lo entiendan y que lo acompañen; ahí es donde entran los agentes inteligentes.
¿Qué son los agentes inteligentes?
Son mini aplicaciones basadas en inteligencia artificial que ofrecen asistencia en tiempo real.
Interactúan solo cuando el usuario lo necesita y lo hacen con precisión. Lo guían, lo orientan y muchas veces resuelven lo que antes necesitaba varios pasos.
Esta tecnología permite que las marcas estén presentes de una forma más sutil, pero más poderosa: conversando, en lugar de gritando.
Del impacto al acompañamiento
La lógica cambió. Lo que importa es estar cuando hace falta, con la respuesta justa, en el momento justo y eso cambia todo. Cambia cómo pensamos una estrategia, cómo medimos resultados y cómo construimos relaciones con las audiencias.
Los agentes inteligentes representan una nueva forma de hacer publicidad:
- Más humana
- Más útil
- Más eficiente
¿Y qué pasa con los anuncios tradicionales?
Se resignifican.
La pauta tradicional puede seguir siendo clave en etapas de awareness, pero pierde protagonismo cuando se trata de conversión, fidelización o servicio. Ahí es donde la IA toma la posta porque se trata de hacer algo por el usuario.